María Zambrano: el ritmo del silencio y la respiración de la creación

María Zambrano (1904-1991) representa una voz original del pensamiento femenino del Novecientos y de la hispanidad, voz que se ha hecho notar a causa de su largo exilio (1939-1984), en varias partes de Europa y de América: París, Habana, Nueva York y Roma. Gran personalidad de relieve; ella ha hecho tesoro de la reflexión filosófica de su maestro Ortega y del pensamiento de Unamuno y Zubiri sin comprometer el íntimo sentir poético que se presenta en sus ensayos, ricos de meditación metafísica y conocimiento literario. Sin duda María Zambrano explica en sus obras (también como mujer) algo más de una sugestión nostálgica o de un lánguido suspiro poético. Su fuerza interior la envuelve en un vórtice de escritura que nos revela toda su profunda y ansiosa fe en su justo empeño de filosofía, y su escritura representa su testimonio más vital, con toda la complejidad y la asistematicidad que vive en su subjetivismo. Pero, el deseo está aquí de pararse sobre dos reflexiones importantes de su pensamiento: el silencio (que permite la escucha interior del propio sí) y la visión de la vida (que permite al ser humano de vivir en un espacio auténtico al modo propio de ser persona).