Desde los años 60, la relación entre mujeres y hombres se ha convertido en objeto de investigación de numerosos estudios, sobre todo en el mundo académico angloamericano. Una vez reconocida la importante función de los medios de comunicación de masa como transmisores de modelos, el desarrollo de este sector de estudio se ha traducido deseable. Sin embargo, la igualdad de género es todavía una conquista inacabada: de hecho, en aquellos lugares donde se reconoce normalmente la igualdad de dignidad, permanecen amplios espacios de discriminación, y los medios no constituyen una excepción. Desde el Programa de Acción de Pechino del año 1995, al que siguió la Resolución 5/10/1995 con la cual la Unión Europea se apropió de los principios y objetivos allí contenidos, hasta las dos mociones aprobadas el pasado septiembre por el Senado italiano respecto a la representación femenina en el mundo de la comunicación), la situación no ha cambiado de manera significativa. La representación de la mujer en los medios italianos sigue viviendo confinada dentro de las paredes de la maternidad y de la seducción. Se registra una tendencia a presentar y representar a la mujer en base a las relaciones familiares, relacionándola con el papel de esposa o de madre, en un proceso de reducción y relativización de la identidad femenina que no tiene un equivalente masculino (Fuente CNEL, “Donne, Lavoro e Tv. La rappresentazione femminile nei programmi televisivi”, Roma 2002; L. Cornero, “Una, nessuna...a quando centomila? La rappresentazione della donna in televisione”, Roma 2001). También el mundo de la información no sale indemne de esta situación. Las mujeres como sujetos de la información valen poco: normalmente aparecen sobre todo como protagonistas de eventos epatantes (70% de los casos, según el GLOBAL MEDIA MONITORING PROJECT 2005). Por ende, en Italia las mujeres que consiguen de ser sujetos de la información alcanzan solamente el 14% (según el GLOBAL MEDIA MONITORING PROJECT 2005) mientras que la media internacional es del 21%. Analizando los temas en los que se enmarca a las mujeres, se concluye que el 55% de los casos corresponde a sucesos en los cuales la mujer sale como víctima. Además, el análisis tipo enseña que, en un total de 867 noticias, el 5% lleva argumentos que refuerzan los estereotipos, mientras que solamente el 1% vehicula mensajes que los critican. La información italiana comunica estereotipos de forma implícita, adoptando expectativas adquiridas y muy enraizadas en la sociedad italiana. Aunque en Italia no se han realizado proyectos comparables al NOS (Netherland Broadcasting Corporation), que ya en el año 1992 tenía un Gender Portrayal Department y que ya en 1997 había ideado el modelo para el Screening Gender, existen ejemplos de buenas prácticas: aunque el panorama mediático ofrezca una mujer estereotipada (o como objeto de deseo o en su papel doméstico), hay unas realidades sociales, en el territorio nacional, que se ocupan de transmitir el valor del feminismo, llevando a cabo programas culturales y legislativos encaminados a la promoción de una cultura sobre la igualdad y la diferencia, así como a la sensibilización de las conciencias, con el objetivo de iniciar, en el público, un proceso de cambio a nivel individual y social. En este terreno se pueden citar algunos ejemplos. En primer lugar, el video “Passo a due”, producido por la Asociación Nacional de Consejeras de Igualdad en colaboración con las productoras Numidia Spa y Audiosat, que utiliza un lenguaje, cuidadoso con la dimensión de género, a través del cual transmite una imagen de la mujer alejada de los lugares comunes. En esta línea se sitúa la práctica del “Teatro dell´Oppresso”, surgida en Brasil en el año 1960 y adecuada para examinar temas de género de plena vigencia en nuestro país: un ejemplo es el espectáculo interactivo realizado en la ciudad de Parma por la asociación cultual GIOLLI en colaboración con el Centro de antiviolencia de Parma. Dicho espectáculo trató temas sobre la violencia doméstica contra las mujeres con el objeto de enseñar acerca de ideas como la banalidad del mal o la normalidad aparente del hombre que acomete violencia, así como la de la mujer que la padece. Contribuyó, además, a estimular una reacción activa del público y a fomentar un coloquio que ayudase a desmantelar los clichés al respecto. Como estos, se encuentran numerosos ejemplos que parten del trabajo de asociaciones femeninas y feministas, Colectivos o Agencias de Prensa de Género, que intentan mellar la homologación que obliga a las mujeres a interpretar siempre los mismos papeles.

Viejos y nuevos estereotipos: caminos trillados de la mujer en la comunicación italiana

Francesca Belotti;
2008-01-01

Abstract

Desde los años 60, la relación entre mujeres y hombres se ha convertido en objeto de investigación de numerosos estudios, sobre todo en el mundo académico angloamericano. Una vez reconocida la importante función de los medios de comunicación de masa como transmisores de modelos, el desarrollo de este sector de estudio se ha traducido deseable. Sin embargo, la igualdad de género es todavía una conquista inacabada: de hecho, en aquellos lugares donde se reconoce normalmente la igualdad de dignidad, permanecen amplios espacios de discriminación, y los medios no constituyen una excepción. Desde el Programa de Acción de Pechino del año 1995, al que siguió la Resolución 5/10/1995 con la cual la Unión Europea se apropió de los principios y objetivos allí contenidos, hasta las dos mociones aprobadas el pasado septiembre por el Senado italiano respecto a la representación femenina en el mundo de la comunicación), la situación no ha cambiado de manera significativa. La representación de la mujer en los medios italianos sigue viviendo confinada dentro de las paredes de la maternidad y de la seducción. Se registra una tendencia a presentar y representar a la mujer en base a las relaciones familiares, relacionándola con el papel de esposa o de madre, en un proceso de reducción y relativización de la identidad femenina que no tiene un equivalente masculino (Fuente CNEL, “Donne, Lavoro e Tv. La rappresentazione femminile nei programmi televisivi”, Roma 2002; L. Cornero, “Una, nessuna...a quando centomila? La rappresentazione della donna in televisione”, Roma 2001). También el mundo de la información no sale indemne de esta situación. Las mujeres como sujetos de la información valen poco: normalmente aparecen sobre todo como protagonistas de eventos epatantes (70% de los casos, según el GLOBAL MEDIA MONITORING PROJECT 2005). Por ende, en Italia las mujeres que consiguen de ser sujetos de la información alcanzan solamente el 14% (según el GLOBAL MEDIA MONITORING PROJECT 2005) mientras que la media internacional es del 21%. Analizando los temas en los que se enmarca a las mujeres, se concluye que el 55% de los casos corresponde a sucesos en los cuales la mujer sale como víctima. Además, el análisis tipo enseña que, en un total de 867 noticias, el 5% lleva argumentos que refuerzan los estereotipos, mientras que solamente el 1% vehicula mensajes que los critican. La información italiana comunica estereotipos de forma implícita, adoptando expectativas adquiridas y muy enraizadas en la sociedad italiana. Aunque en Italia no se han realizado proyectos comparables al NOS (Netherland Broadcasting Corporation), que ya en el año 1992 tenía un Gender Portrayal Department y que ya en 1997 había ideado el modelo para el Screening Gender, existen ejemplos de buenas prácticas: aunque el panorama mediático ofrezca una mujer estereotipada (o como objeto de deseo o en su papel doméstico), hay unas realidades sociales, en el territorio nacional, que se ocupan de transmitir el valor del feminismo, llevando a cabo programas culturales y legislativos encaminados a la promoción de una cultura sobre la igualdad y la diferencia, así como a la sensibilización de las conciencias, con el objetivo de iniciar, en el público, un proceso de cambio a nivel individual y social. En este terreno se pueden citar algunos ejemplos. En primer lugar, el video “Passo a due”, producido por la Asociación Nacional de Consejeras de Igualdad en colaboración con las productoras Numidia Spa y Audiosat, que utiliza un lenguaje, cuidadoso con la dimensión de género, a través del cual transmite una imagen de la mujer alejada de los lugares comunes. En esta línea se sitúa la práctica del “Teatro dell´Oppresso”, surgida en Brasil en el año 1960 y adecuada para examinar temas de género de plena vigencia en nuestro país: un ejemplo es el espectáculo interactivo realizado en la ciudad de Parma por la asociación cultual GIOLLI en colaboración con el Centro de antiviolencia de Parma. Dicho espectáculo trató temas sobre la violencia doméstica contra las mujeres con el objeto de enseñar acerca de ideas como la banalidad del mal o la normalidad aparente del hombre que acomete violencia, así como la de la mujer que la padece. Contribuyó, además, a estimular una reacción activa del público y a fomentar un coloquio que ayudase a desmantelar los clichés al respecto. Como estos, se encuentran numerosos ejemplos que parten del trabajo de asociaciones femeninas y feministas, Colectivos o Agencias de Prensa de Género, que intentan mellar la homologación que obliga a las mujeres a interpretar siempre los mismos papeles.
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Utilizza questo identificativo per citare o creare un link a questo documento: https://hdl.handle.net/11697/206869
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